
Este 2025, varios priostes asumieron la responsabilidad de llevar adelante la conmemoración del Príncipe San Miguel. El gremio del transporte se convirtió en el eje articulador de conductores, dirigentes y familias vinculadas al sector, quienes se unieron en torno a esta tradición con raíces centenarias.
Desde hace semanas, los priostes coordinaron cada detalle de las actividades religiosas y culturales que conforman la programación festiva. Edwin Toapanta, gerente de la Cooperativa de Transporte Salcedo, junto con otros representantes, resaltó que la organización ha sido posible gracias al respaldo de los socios transportistas y al involucramiento de la comunidad. “Esta fiesta no es solo de los priostes, pertenece a todo el gremio. Con fe y compromiso nos unimos para rendir tributo al Príncipe San Miguel”, señalaron.
La agenda inició el sábado 20 de septiembre con la tradicional novena, donde cada prioste dirige una jornada de oración, música y encuentro comunitario. Estos espacios de espiritualidad preparan el camino hasta las vísperas, reforzando los vínculos de hermandad entre los devotos y manteniendo la esencia religiosa de la festividad.
El domingo 28 de septiembre se vivirán las vísperas, caracterizadas por la presencia de comparsas, bandas de pueblo, juegos pirotécnicos y un ambiente festivo que congrega a locales y visitantes. Este evento es la antesala de la celebración mayor: el lunes 29 de septiembre, cuando la comunidad rendirá homenaje solemne al Príncipe San Miguel, patrono que ha sido símbolo de fe, protección y esperanza para generaciones de salcedenses.
Los priostes recalcaron que sin la colaboración activa del gremio del transporte, la festividad no podría desarrollarse. Los transportistas han respondido con compromiso y entrega a cada necesidad, asumiendo este espacio como una oportunidad para fortalecer su unidad y reafirmar su identidad cultural y religiosa. “Estamos convencidos de que esta celebración transmite un mensaje de fe y unión. La fiesta será un éxito porque la construimos entre todos, con devoción y corazón”, expresaron.
Cada aspecto, desde la logística hasta la preparación de las actividades religiosas y culturales, refleja el esfuerzo compartido entre el sector transportista y la ciudadanía de Salcedo. Esta articulación asegura que la fiesta del Bermejo conserve su grandeza y se mantenga como una tradición viva que entrelaza espiritualidad, cultura y fraternidad entre generaciones.