
Los Carmelos: Entre la Historia, la Fe y el Turismo Comunitario
En lo profundo del kilómetro 60 de la vía Salcedo-Tena, la comunidad de colonos Los Carmelos resurge con fuerza. Su gente, arraigada en la historia y las tradiciones, trabaja incansablemente por el desarrollo del sector, apostando por el turismo comunitario como una vía para fortalecer su economía.
Luis Barreros, representante de la asociación de colonos Los Carmelos, ha sido testigo de la evolución del sector. «Siempre hemos trabajado por esto. Es la primera vez que tenemos una imagen religiosa y que las autoridades se acercan para apoyarnos», menciona con emoción. Durante los últimos años, la comunidad ha organizado eventos como ciclopaseos y celebraciones culturales, con el objetivo de dar vida al lugar y fomentar el desarrollo local.
Un Territorio con Historia y Misterio

Los Carmelos no solo es un paraíso natural, sino también un rincón lleno de historia. Se dice que los primeros habitantes fueron descendientes de un hijo de Gabriel García Moreno, quien dejó su huella en la zona. Además, existen relatos sobre tesoros escondidos en la antigua hacienda de Cumpijín, propiedad de un hombre conocido como «Niño García». Entre leyendas y anécdotas, los colonos mantienen vivo el pasado de su tierra.
Una de las historias más impactantes es la de Ana Tenorio, una mujer indígena que trabajaba en la extracción de oro. Según la tradición oral, su esposo la encontró decapitada al regresar de un viaje a Píllaro, mientras que su hijo habría sido devorado por un oso. En su memoria, el sector recibió el nombre de Anatenorio.
La Fe como Pilar de la Comunidad

La devoción también juega un papel fundamental en la vida de los colonos. Por primera vez, la comunidad celebró una misa en honor a la Virgen de la Carmela, un evento que esperan consolidar como tradición anual. El reverendo Iván Cujín, quien dirigió la ceremonia, destacó la importancia de la fe en la vida de los habitantes. «Dios siempre busca lo mejor para su pueblo. Estar aquí es un regalo, compartir la palabra de Dios en medio de un paisaje libre de contaminación es una bendición», expresó.
Turismo Comunitario: Un Futuro Prometedor

El alcalde de Salcedo, presente en las festividades, resaltó el potencial turístico del sector. «Aquí encontramos gastronomía, cultura y tradiciones de nuestros colonos. Queremos impulsar el turismo y fortalecer la identidad de este lugar», afirmó.
Los Carmelos ofrece a sus visitantes una experiencia única: pesca deportiva, ciclismo, caminatas ecológicas y la posibilidad de degustar truchas frescas preparadas a la leña. Todo esto, en un entorno natural virgen, alejado del bullicio urbano.
Víctor Hugo Tercero, presidente de la Federación de Comunas Unidas de Salcedo (FECOS), destacó el trabajo realizado para mejorar la infraestructura del sector. «Gestionamos junto con las autoridades la rehabilitación de la vía, la apertura de pasos de agua y otros proyectos que han permitido mejorar la calidad de vida de los colonos», explicó.
El objetivo es claro: consolidar a Los Carmelos como un destino turístico sostenible, donde la naturaleza, la historia y la cultura se fusionen en una experiencia inolvidable para quienes lo visitan.

Los Llanganates y la Riqueza Natural de la Zona
A pocos kilómetros de Los Carmelos se encuentra el Parque Nacional Los Llanganates, un área protegida con más de 70 lagunas y una biodiversidad única. Para fomentar el turismo, se han organizado actividades como la Yamingada, una festividad que busca resaltar la belleza del lugar y atraer a visitantes nacionales e internacionales.
«Queremos que la gente conozca este rincón de Cotopaxi, que disfruten de su naturaleza y su aire puro. Los esperamos para que sean parte de nuestras festividades y descubran la riqueza que tenemos aquí», enfatizó Tercero.
Una Comunidad que No Quiere Ser Olvidada
Los colonos de Los Carmelos han demostrado que, con trabajo y compromiso, es posible transformar su realidad. Sus festividades, su historia y su riqueza natural son su mayor fortaleza. Ahora, su mayor reto es mantener viva esta iniciativa y lograr que las autoridades sigan apoyando su crecimiento.
Mientras el humo de las truchas asadas se eleva entre las montañas y el sonido de los danzantes resuena en la plaza, Los Carmelos reafirma su identidad. Un rincón de Cotopaxi que se niega a ser olvidado y que, con esfuerzo y pasión, busca escribir un nuevo capítulo en su historia.