Las autoridades gestionan maquinaria y convocan a la comunidad para limpiar las quebradas y caminos afectados

Estragos de las lluvias

Las recientes lluvias han causado estragos en la parroquia Mulliquindil Santa Ana, dejando vías colapsadas y quebradas obstruidas. Durante un recorrido por la zona, las autoridades parroquiales constataron que los deslizamientos de tierra y la acumulación de escombros han generado taponamientos en varios sectores, dificultando el tránsito y poniendo en riesgo a los moradores.

Gerardo Saca, vocal del GAD Parroquial y miembro de la comisión de Obras Públicas, informó que el desbordamiento de quebradas y la obstrucción de cunetas han sido los principales problemas. “Hemos recorrido los barrios y comunidades más afectadas, y la situación es crítica. A pesar de los llamados previos a la limpieza, muchos sectores no tomaron precauciones y ahora enfrentamos estas consecuencias”, señaló.

Falta de maquinaria y pedido de apoyo

La parroquia cuenta con una sola maquinaria para atender la emergencia, lo que ha obligado a las autoridades a gestionar apoyo del GAD municipal y del Consejo Provincial. “Ya hemos solicitado maquinaria adicional, porque con los recursos que tenemos es imposible atender toda la parroquia en el corto plazo”, explicó Saca.
Además, destacó que se ha iniciado un cronograma para distribuir el uso de la maquinaria en las zonas más afectadas. Sin embargo, las lluvias constantes complican el trabajo y aumentan los daños.

Mingas comunitarias son clave para la recuperación

A pesar de las mingas realizadas anteriormente, el vocal parroquial señaló que no han sido suficientes para prevenir los taponamientos. La acumulación de basura, troncos y maleza en las quebradas ha sido un factor determinante en la crisis. “Hemos notificado a los dirigentes barriales y a los moradores sobre la importancia de la limpieza, pero lamentablemente no todos han respondido al llamado”, comentó.

Ahora, las autoridades hacen un nuevo llamado a la comunidad para que se sumen a las tareas de limpieza y mitigación. “No podemos depender solo de la maquinaria. Si no colaboramos, el problema se agravará con el paso de los días”, concluyó Saca.