Lluvia y lodo en la tierra del zapallo

El inicio de una emergencia

El viernes por la tarde, las primeras gotas fueron el anuncio de una tormenta que cambiaría el ritmo de vida en Cantuaseco. «El día comenzó soleado, pero a eso de las dos o tres de la tarde comenzó a caer una lluvia tan fuerte que empezó a romper todo», relata Vicente Yugsha, Pdte. Federación Indígenas de Sigchos

El deslave se produjo en la parte alta de la comunidad, bloqueando un “ármicro”, como llaman al paso de agua subterráneo. La tierra, el agua y los escombros taparon la salida, y desde ese momento comenzó una carrera contra el tiempo.

Caminos cortados, comunidades aisladas

En la vecina comunidad de Quinticucí, la situación es igual de grave: la vía Insilibí colapsó. «Ya no tenemos la mesa», afirman los vecinos, refiriéndose al tramo de carretera que literalmente desapareció. Manuel Guanoluisa morador del sector de Unache explica que el aislamiento ha complicado el traslado de personas, insumos médicos y productos agrícolas.

Zapallos atrapados en el lodo

Lourdes Tibán , Prefecta de Cotopaxi – Pdte. COE provincial explica que a las puertas de la feria del zapallo, el evento más importante para varias familias campesinas de la zona, muchos productores ya habían comenzado a cortar su cosecha. Ahora, todo está detenido. El lodo sepultó parte de la producción y la movilidad se volvió un lujo.

«Todo el mundo se estaba preparando», cuenta un agricultor. «Ahora no podemos salir, las comunidades están incomunicadas».

Maquinaria y esperanza

Pese a la adversidad, tres frentes de maquinaria pesada trabajan para abrir paso. La comunidad, organizada, apoya con lo que puede. Algunos remueven piedras a mano, otros reparten agua. Todos comparten el deseo de recuperar su conexión con el resto del mundo.