Nueva asociación de sanadores impulsa medicina ancestral en Salcedo

La organización busca integrar saberes ancestrales y medicina moderna para brindar salud integral

Jorge Caizalitín, presidente de la Asociación de Yachax de Pueblos y Nacionalidades Panzaleos (Papaurco), lidera una iniciativa que busca consolidar un modelo de salud integral. La agrupación, compuesta por curanderos, parteras, fisioterapeutas, hueseros, psicólogos y sanadores ancestrales, trabaja en conjunto para atender las necesidades de las comunidades locales sin excluir ningún enfoque médico.

Un modelo inclusivo de salud

Caizalitín destaca que la visión de la asociación es la complementariedad entre la medicina ancestral, alternativa y moderna. “Todos hacemos salud. No somos egoístas al pensar que solo los curanderos sabemos todo. Por eso unimos esfuerzos con médicos y otros profesionales para servir mejor a la comunidad”, explica.

Esta propuesta de integración busca atender a las personas de manera holística, reconociendo la riqueza de los saberes ancestrales y adaptando prácticas milenarias a las necesidades actuales. “Nosotros creemos en un equilibrio: unimos el conocimiento moderno con la sabiduría de nuestros ancestros, que por generaciones han sanado a nuestras comunidades”, agrega Caizalitín.

Estructura y crecimiento de la asociación

Actualmente, la asociación cuenta con 25 miembros, aunque sigue abierta a incorporar nuevos integrantes. Caizalitín subraya que, más allá de conocimientos técnicos, quienes se sumen deben tener la vocación de ayudar y sanar. “No aceptamos prácticas de brujería; nuestra misión es la medicina sanadora, respaldada por la comunidad”, enfatiza. Según él, el proceso de selección es riguroso, pues la organización se enfoca en mantener un alto estándar ético y profesional.

La organización está trabajando en la formalización de sus reglamentos internos, un paso necesario para asegurar su operación. Caizalitín explica que el equipo legal, encabezado por una abogada, está elaborando un marco normativo que guiará las prácticas de los sanadores y garantizará que los nuevos miembros cumplan con los principios fundamentales de la asociación.

Certificación y apoyo comunitario

Uno de los aspectos más destacados de la asociación es su enfoque en la certificación comunitaria. “Nos certifican primero las comunidades. Ellas son quienes avalan nuestro trabajo al vernos en acción, atendiendo a las personas en sus territorios”, explica el presidente. Posteriormente, un consejo de sabios, compuesto por curanderos experimentados, evalúa a los nuevos miembros antes de darles el visto bueno para practicar dentro de la organización.

Este proceso de certificación busca mantener la calidad y la autenticidad de las prácticas ancestrales, garantizando que quienes forman parte de la asociación realmente contribuyan al bienestar de la comunidad. Además, refuerza el compromiso de Papaurco de ser un espacio de sanación genuina, libre de prácticas que puedan desviar su propósito.

Respaldo normativo desde 2009

Desde 2009, los pueblos y nacionalidades del Ecuador cuentan con un marco legal que respalda la práctica de la medicina ancestral. Este marco está recogido en el Código de Ética de los pueblos indígenas, que regula las actividades de los yachax, curanderos y otros sanadores tradicionales. Caizalitín explica que esta ley ha sido crucial para legitimar y proteger la medicina ancestral en un entorno cada vez más regulado.

“Ahora tenemos una ley: el Libro de Código de Ética, que regula nuestras acciones y garantiza el respeto hacia nuestro trabajo”, afirma. Con esta base legal, la Asociación Papaurco se siente respaldada para continuar su misión de promover la salud desde un enfoque que respete las tradiciones, pero que también dialogue con la medicina moderna.

Una apuesta por la salud integral

La Asociación Papaurco representa una apuesta por la integración y el reconocimiento de saberes ancestrales en el sistema de salud ecuatoriano, abriendo caminos hacia un enfoque más inclusivo y respetuoso con las tradiciones locales. “Seguiremos trabajando desde los territorios para que la medicina ancestral y moderna caminen juntas en beneficio de todos”, concluye Caizalitín.

El enfoque de esta asociación es claro: no se trata de una competencia entre lo ancestral y lo moderno, sino de una colaboración en la que ambos mundos puedan complementarse y fortalecer el sistema de salud comunitario. Papaurco continúa su crecimiento con la esperanza de que sus esfuerzos sirvan de modelo para otras comunidades que buscan preservar sus tradiciones mientras avanzan hacia el futuro.