San Andrés exige obras

La comunidad reclama por vialidad, control ambiental y festeja por primera vez a padres y madres.

San Andrés de Pilaló levanta su voz. La comunidad, situada en la zona del Canal, vive entre promesas de obras que no se concretan y preocupaciones ambientales que siguen creciendo. Carlos Varela, secretario de la comunidad, encabeza la gestión para que las autoridades finalmente atiendan sus pedidos.

Lucha por obras pendientes

Los moradores esperan, desde hace meses, el inicio del adoquinado en el ingreso a la comunidad, compromiso asumido por el Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) cantonal. Por su parte, la vía San Andrés, cuyo asfaltado fue ofrecido por el GAD provincial, está adjudicada al Consorcio Cotopaxi, pero aún no arranca. “Estamos molestando, solicitando para que nos cumplan”, afirma Varela, reflejando la frustración de la comunidad.

Preocupación ambiental

Otro de los problemas que enfrentan es el uso indebido de la escombrera local. Lo que debería ser un relleno controlado se ha convertido en un basurero, donde incluso se depositan desechos industriales provenientes de Ambato. Varela explica que esta situación preocupa, ya que la basura seca y el terreno se hunde con el tiempo, generando riesgos. La dirigencia ha iniciado gestiones ante las autoridades ambientales para regularizar esta actividad y colocar un rótulo que impida el mal uso del sitio.

Fiesta inédita para unir a la comunidad

Pero no todo es reclamo en San Andrés. Por primera vez, la comunidad organiza un festejo conjunto para el Día de la Madre y el Día del Padre, con la intención de unir a las familias y reconocer el esfuerzo de quienes son padres y madres a la vez. El evento, programado para el 24 de mayo, incluirá un cuadrangular deportivo, rifas y un baile popular desde las seis de la tarde. “Queremos que todos se sientan bien, porque no solo las madres merecen festejo, también los padres que hacen doble papel”, dice Varela, extendiendo la invitación a toda la zona.

San Andrés sigue esperando las obras prometidas, pero no pierde su espíritu comunitario y se prepara para celebrar en medio de la incertidumbre.