Sismos que Marcaron el 2024 en Ecuador

Un vistazo a la actividad sísmica del país y su impacto en las comunidades

Ecuador Vivió un Año de Movimientos Tectónicos

Durante el año 2024, la Red Nacional de Sismógrafos del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional registró un total de 3,019 eventos sísmicos, un número que, aunque parece alarmante, revela una realidad compleja. De estos, solo 59 sismos alcanzaron una magnitud igual o superior a 4.0 en la escala local, dejando a la mayoría de las comunidades sin mayores preocupaciones.

La Frecuencia de los Temblores

La mayoría de los eventos sísmicos registrados durante el año tuvo magnitudes inferiores a 2.5 MLv, lo que representó aproximadamente el 69% del total de sismos. A pesar de la frecuencia de estos movimientos, el impacto en la vida diaria de los ciudadanos fue mínimo. Sin embargo, las secuelas de los eventos sísmicos más significativos resaltaron la necesidad de una mayor preparación por parte de las comunidades.

Un Sismo Significativo

El único evento que sobresalió fue un sismo de magnitud 5.5, sucedió el 20 de mayo cerca de la ciudad de Piñas. Este evento fue un llamado de atención para la población, ya que no solo se sintió en la región, sino que también despertó un interés renovado por las técnicas de monitoreo sísmico. Afortunadamente, a pesar de su magnitud, no se reportaron daños significativos, aunque muchos residentes recordaron experiencias pasadas con temores latentes.

El Contexto de la Actividad Sísmica

La actividad sísmica de 2024 fue menor a la de años anteriores, un cambio notable comparado con el incremento paulatino que comenzó en 2014. Este descenso se asoció a la falta de enjambres sísmicos significativos o secuencias de réplicas de eventos principales. En contextos anteriores, como en 2016 tras el terremoto de Pedernales, las secuelas fueron mucho más notables, lo que llevó a un mayor interés en el fortalecimiento de las redes sísmicas en el país.

Mirando Hacia el Futuro

Con la implementación de nuevas estaciones de monitoreo bajo proyectos como Senascyt y Senplades, Ecuador ha mejorado considerablemente la sensibilidad de su red de vigilancia sísmica. Esto significa que, aunque los sismos de menores magnitudes se han documentado con mayor precisión, la población mantiene un nivel de alerta constante. La intervención estatal y las iniciativas de educación comunitaria serán claves para afrontar futuros retos.

Ecuador siguió con la mirada atenta hacia los cielos y las profundidades de sus tierras, en busca de comprender mejor la naturaleza incontrolable de la Tierra.