Tarifas de agua y alcantarillado desatan malestar en Salcedo

La Dirección de Agua Potable afronta reclamos mientras combate el colapso de plantas de tratamiento y exige uso responsable del sistema

María Ramírez, directora encargada de Agua Potable y Alcantarillado del cantón Salcedo, se encontró en las últimas semanas frente a una creciente oleada de quejas ciudadanas. La molestia generalizada apuntaba al aumento progresivo de las tarifas, tanto por el consumo de agua potable como por el servicio de alcantarillado. Aunque la ordenanza que respalda estos cobros fue socializada desde sus inicios, los reclamos no cesaron.

Quejas por tarifas y desconocimiento ciudadano

Según explicó Ramírez, la Dirección recibe a diario la visita de usuarios que, factura en mano, expresaban su inconformidad. En cada caso, el personal técnico se ve obligado a explicar detalladamente cómo se calculaban los valores: tarifas diferenciadas por sectores, consumo por metro cúbico y un recargo del 70% adicional por tratamiento de aguas residuales.

“No es lo mismo lo que paga una familia que solo habita su vivienda, que un arrendador de departamentos o un comerciante que lava carros o mantiene una lubricadora”, insistió la funcionaria. Ramírez recalcó que las tarifas también buscaban promover un uso racional del recurso, en vista de que el sobreconsumo en ciertos sectores afectaba la dotación en otros barrios.

El alto costo del alcantarillado

Uno de los puntos más polémicos resultó ser el cobro por el servicio de alcantarillado. En varios casos, la planilla por aguas residuales llegó a superar incluso el valor del agua potable consumida. La razón: a mayor volumen de agua utilizada, mayor cantidad de residuos generados y, por ende, más costoso resultaba su tratamiento.

Ramírez reveló que muchas veces la ciudadanía desconocía que el sistema no solo transporta agua usada, sino también desechos sólidos, vísceras de pescado, abonos y residuos agrícolas, que elevan los costos del proceso y deterioran las plantas de tratamiento.

“Tenemos plantas en donde los olores fuertes y la presencia de mosquitos ya son un problema social y ambiental”, lamentó.

La crisis en las plantas de tratamiento

El colapso de las plantas fue otro frente abierto para la Dirección, en la planta de la parroquia Mulliquindil Santa Ana, el caudal superó la capacidad para la que fue diseñada, a esto se sumó la descarga ilegal de residuos industriales que saturaron las unidades.

La solución planteada fue doble: por un lado, ampliar la infraestructura con presupuesto municipal y por otro, exigir a las actividades económicas que traten sus aguas residuales antes de descargarlas al sistema público. “Estamos sectorizando estas actividades y exigiéndoles cumplir con la normativa ambiental”, anunció Ramírez.

Emergencia en Antonio José Holguín

foto archivo del desbordamiento de la quebrada, en el sector de la E 35
El panorama se agravó en la parroquia de Antonio José Holguín, donde la planta de tratamiento colapsó tras un aluvión que arrastró lodo y desechos hacia sus instalacionesb, la afectación fue tal que la planta quedó fuera de servicio y operaba apenas con un tratamiento primario de emergencia.

Para restablecerla, el Municipio contrató la repotenciación de la planta por un valor de 46.000 dólares, con un plazo de ejecución de 90 días. La Junta Parroquial colaboró en tareas de apoyo logístico, mientras las autoridades intentaban acelerar los trabajos para evitar mayores daños ambientales.

Un llamado al uso responsable

Frente a este escenario, la Dirección insistió en la necesidad de que la ciudadanía adopte un uso consciente del agua potable y evite el uso indebido del alcantarillado. Solo así, recalcaron, podrían reducirse las planillas y aliviar la presión sobre las plantas de tratamiento.

“Tenemos que ser responsables. En algunos sectores el agua se desperdicia, mientras en otros escasea”, remató Ramírez, apelando al compromiso de los salcedenses para enfrentar juntos esta compleja realidad.