Foto referencia: Ganaderos enfrentan pérdidas significativas ante racionamientos de luz prolongados.
En la comunidad de Cumbijín, conocida por su aporte a la producción lechera del cantón, los prolongados cortes eléctricos han provocado una crisis que afecta directamente a los productores y sus familias. Narciso Naula, vocal de la comuna, denuncia que los racionamientos diarios, que llegan a extenderse por 12 horas, han complicado severamente el proceso de acopio y conservación de la leche.
“Estamos perdiendo entre 50 y 100 litros diarios por productor. Sin electricidad, no podemos enfriar la leche, y las empresas se rehúsan a recoger el producto en estas condiciones”, explica Naula, visiblemente afectado.
Un impacto que sacude la economía rural
El sector ganadero de Cumbijín depende casi exclusivamente de la producción lechera. Sin acceso a refrigeración, una parte significativa de la leche se pierde, afectando los ingresos de las familias que dependen de esta actividad. “Es nuestro sustento diario, lo que nos mantiene a flote. Pero esta situación está llevándonos al límite”, añade.
Las plantas de enfriamiento, que podrían mitigar las pérdidas, carecen de generadores eléctricos debido a los altos costos. Mientras tanto, los cortes eléctricos ocurren de forma inesperada, lo que impide a los productores organizarse adecuadamente. “Estamos haciendo lo que podemos para salvar al menos un 30% de la producción, pero es insuficiente. La incertidumbre nos paraliza”, señala.
Falta de apoyo y pronunciamientos pendientes
La comunidad ha buscado apoyo en asociaciones ganaderas y autoridades locales, pero hasta ahora no han recibido respuestas concretas. “El Ministerio de Agricultura y otras organizaciones no se han pronunciado. Estamos trabajando solos, sin recursos ni soluciones inmediatas”, lamenta el representante de la comuna.
Además, Naula destaca otra preocupación: las intervenciones del Ministerio de Medio Ambiente. Según él, el uso de técnicas como bombardeo de nubes para evitar el granizo podría estar afectando indirectamente al sector, aunque falta claridad sobre el tema.
Un llamado a la acción
La comunidad de Cumbijín pide al Gobierno y a las autoridades locales que prioricen la solución a esta problemática. La instalación de generadores en las plantas de enfriamiento y una planificación adecuada de los cortes eléctricos podrían marcar la diferencia para cientos de familias que dependen de la producción lechera.
“Necesitamos que alguien tome cartas en el asunto. Nuestra economía y nuestra dignidad están en juego”, concluye Naula. Mientras tanto, la lucha de los productores continúa, enfrentando cada día las adversidades con esfuerzo y esperanza.