En la parroquia de Mulliquindil, un grupo de agricultores ha encontrado en el cultivo del zapallo, no solo una forma de sustento económico, sino también, un legado arraigado en la tierra que cultivan. Es en este rincón de la provincia donde la agricultura se convierte en un testimonio de esfuerzo y dedicación, como lo demuestra Don Leonidas Chuquiterco y su familia, quienes han dedicado más de una década a la producción de este tradicional producto.
Desde hace aproximadamente 10 o 12 años, la familia Chuquiterco ha emprendido la tarea de sembrar y cultivar zapallos en la zona, el proceso fue un desafío, pues carecían de experiencia en el cultivo, pero con el tiempo y la perseverancia, lograron dominar las técnicas necesarias para obtener una producción de calidad.
Leonidas Chuquiterco, relata que el proceso de siembra comienza en agosto, teniendo en cuenta el ciclo de la Semana Santa, esta planificación minuciosa les permite cosechar zapallos en el momento preciso, evitando que estén ni muy tiernos, ni muy maduros, lo que asegura un producto de excelente calidad.
El cultivo del zapallo no es solo una actividad económica para esta comunidad, sino también un símbolo de identidad y arraigo, explica que el zapallo producido en Mulliquindil se distingue por su calidad y nutrientes excepcionales, siendo apreciado no solo en la región, sino en comunidades vecinas.
La rentabilidad del cultivo del zapallo es evidente para los agricultores de la parroquia, a pesar de los desafíos climáticos y de mercado, como la sobreproducción en ciertas temporadas, el trabajo es arduo y la atención dedicada al cultivo garantizan un retorno económico satisfactorio. Además, la diversificación de cultivos, que incluye maíz, frejol y abejas, que contribuyen a estabilizar los ingresos familiares.
Sin embargo, no todo son rosas en el camino de los agricultores, en Mulliquindil se enfrentan a obstáculos burocráticos que limitan su acceso a los mercados locales, como la restricción para participar en ferias de venta. Hilda Chuquiterco, integrante de la comunidad, señala que es necesario que las autoridades permitan a los productores locales vender sus productos en igualdad de condiciones.
En respuesta a estas dificultades, la comunidad tiene planes de organizar una feria del zapallo para el próximo año, con el objetivo de promover y dar a conocer su producto estrella, esta iniciativa, es impulsada por una nueva directiva, quienes buscan destacar la calidad y la variedad del zapallo producido en la región, así como generar oportunidades comerciales para los agricultores locales.
Además de su valor económico, el cultivo del zapallo en Mulliquindil tiene un impacto social significativo, es una actividad que involucra a toda la comunidad, desde la siembra hasta la venta, fortaleciendo los lazos comunitarios y generando un sentido de pertenencia compartido.