
El río creció y la urgencia también
El colapso de las captaciones de agua potable, ubicadas en la quebrada del río Tunancay, dejó sin servicio a gran parte de la población esto suscito luego del deslave del pasado viernes 11 de abril de 2025, Benito Lucero, vocal del GAD parroquial, relató con preocupación la magnitud de los daños y los esfuerzos desplegados para restablecer el abastecimiento del líquido vital.
Apoyo militar y acción territorial
Lucero agradeció el apoyo de la vicealcaldesa Lucía Naranjo, quien gestionó la presencia de una brigada de diez militares que colaboraron en las labores de reparación. “Una cosa es estar en el escritorio y otra es estar en el territorio. Con el río crecido es difícil trabajar, pero hoy 29 de abril del 2025, por segunda vez, estamos allá con los militares”, expresó.
El trabajo no solo consistió en despejar los escombros o reparar las tuberías, sino en enfrentar una naturaleza que no dio tregua, las lluvias intensas y el lodo dificultaron cada maniobra, sin embargo, la jornada se mantuvo activa desde tempranas horas con la esperanza de restablecer el servicio.
Mini planta, una esperanza que resurge
Como parte de una solución más estructural, se inició también la rehabilitación de una mini planta de tratamiento de agua que llevaba años abandonada. “Estamos tratando de que esa planta entre en funcionamiento, queremos no solo más cantidad, sino también mejor calidad del agua”, explicó el vocal del GAD.
Un llamado a la empatía
Lucero hizo un llamado a la ciudadanía para que evite utilizar los chats comunitarios como espacios de insulto o desinformación. “Una cosa es ver desde afuera y otra es trabajar dentro, en medio de una emergencia. Pedimos respeto para quienes están haciendo el mayor esfuerzo”, indicó.
Aunque todavía persisten barrios sin dotación, como Chazualó Número 2, las autoridades locales mantienen su compromiso de superar la crisis. “Esperamos que hoy se logre algo. Estamos haciendo todo lo posible”, concluyó.