
Una gestión comprometida busca integrar a 60 beneficiarios en dos nuevas unidades de atención, a través de un convenio firmado con el MIES.
Un proyecto largamente esperado
La parroquia Mulalillo vivió días de intensa movilización social tras la firma de un convenio histórico con el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), destinado a la creación de dos unidades de atención a personas con discapacidad. Lorena Guamaní, presidenta de la Comisión de Desarrollo Social del GAD parroquial, lideró personalmente la búsqueda de los beneficiarios.
Desde hace un mes, el reto principal fue encontrar a 60 personas —30 por cada unidad— que cumplieran con el rango de edad estipulado: entre 18 y 60 años. Sin embargo, durante los recorridos comunitarios, surgieron dificultades. “La mayoría de los casos detectados eran niños, adolescentes o adultos mayores, quienes lamentablemente no calificaban”, explicó Guamaní.

Recorridos y llamados a la solidaridad
Ante la escasez de candidatos, la comisión decidió salir a recorrer la parroquia junto a las dos técnicas encargadas del proyecto. Además de realizar un sondeo directo, aprovecharon para entregar kits alimenticios donados por el GAD, como una muestra de apoyo e incentivo para las familias.
El llamado de Guamaní fue claro: “Pedimos a los dirigentes y ciudadanos que nos ayuden identificando a las personas con discapacidad que aún no están inscritas. Es ahora cuando deben acercarse, antes de que sea demasiado tarde”.
Contra reloj
Hasta la fecha del recorrido, se había logrado registrar cerca de 40 personas. Sin embargo, todavía faltaban 20 más para cumplir el requisito del MIES. La presidenta advirtió que, si no se alcanzaba la meta en el plazo establecido, el proyecto podría cancelarse, lo que significaría una pérdida irremediable para la parroquia.
Los kits entregados este día no formaron parte del convenio, sino que fueron gestionados de manera independiente por el GAD con apoyo de donaciones locales. La continuidad del proyecto, en cambio, dependerá de un cronograma oficial que incluirá futuras entregas y celebraciones como el Día de la Discapacidad o el Día de la Madre.
La comunidad de Mulalillo tiene en sus manos una oportunidad sin precedentes para construir una parroquia más inclusiva. Ahora, más que nunca, el llamado es a unirse, identificar y respaldar a quienes más lo necesitan.