
El cierre de la vía Latacunga-La Maná obligó a la Cooperativa Salcedo a modificar su trayecto hacia Pangua, encareciendo los pasajes y exponiendo a los viajeros a nuevas rutas con riesgos.
Un cierre que obligó a cambiar el rumbo
La mañana aún no aclaraba cuando Edwin Toapanta, gerente de la Cooperativa Salcedo, explicó las implicaciones del cierre de la vía Latacunga-La Maná, una arteria fundamental para la conexión con el cantón Pangua. La cooperativa, que diariamente transportaba pasajeros por esa ruta, tuvo que reorganizarse frente a la emergencia.
“El estado de la vía es muy grave. Hemos verificado los daños y se necesita una reparación ardua que tomará días”, dijo Toapanta con tono sereno pero preocupado.
Desvío por la Costa: más tiempo, más costo
Frente al derrumbe, la solución fue optar por una ruta alterna: el trayecto costero que conecta a través de Quevedo o Santo Domingo. Aunque viable, la decisión trajo consecuencias. El tiempo de viaje se incrementó en al menos tres horas, lo que inevitablemente elevó el precio del pasaje.
“Sí, hay un incremento, pero es la única manera de seguir operando”, indicó Toapanta, reconociendo el impacto que esto tendría en los bolsillos de los usuarios.

Seguridad en entredicho
La nueva ruta también presenta riesgos. Las vías costeras, reconocidas por su alto tránsito y zonas de riesgo, obligan a tomar precauciones extremas. A pesar de ello, la cooperativa aseguró la continuidad del servicio diario, apelando a la responsabilidad de sus conductores y a la colaboración de los pasajeros.
Esperanza en la habilitación parcial
Mientras tanto, se esperaba que una vía alterna, ubicada pocos kilómetros antes del derrumbe, estuviera habilitada hacia el final de la semana. De ser así, la cooperativa evaluaría retomarla, siempre y cuando ofreciera condiciones seguras para los usuarios.