Reacción ancestral ante el robo

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Collanas reactivó su justicia indígena tras un robo en la comunidad

Alerta y respuesta inmediata

El pasado domingo, la tranquilidad habitual de la comunidad de Collanas, ubicada en la zona del Canal de Salcedo, se vio alterada tras un hecho delictivo que encendió las alarmas. Tres personas fueron sorprendidas robando en una vivienda del sector. Gracias a la rápida acción de los dirigentes y la solidaridad entre vecinos, los sospechosos fueron localizados en distintos puntos de la ciudad y trasladados nuevamente a la comunidad.

Uno de los involucrados fue ubicado en el sector La Tebaida y otro en la conocida Plaza de Papas. La búsqueda fue intensa: alrededor de quince vehículos comunitarios se movilizaron para lograr la captura. Los implicados confesaron haber sustraído dos tanques de gas, una licuadora, un radio y 200 dólares en efectivo. Aunque los objetos ya habían sido vendidos, la comunidad actuó con decisión bajo los principios de su sistema de justicia indígena.

Justicia simbólica, justicia viva

En presencia de las autoridades comunitarias, los tres detenidos fueron sometidos a un acto de purificación con agua y ortiga. Este ritual simbólico, más que un castigo, representó una forma de reflexión y corrección. “No es castigo, es una manera de que reaccionen y entiendan que no se puede tomar lo ajeno”, expresó Jorge Taco, presidente zonal del Canal.

La comunidad no busca venganza, sino restauración del orden y la conciencia colectiva. Este hecho, poco común en la zona, impulsó un proceso de reflexión profunda sobre la seguridad local.

Rondas nocturnas y cooperación policial

El presidente Jorge Taco anunció que, a raíz de este suceso, se retomarán las rondas nocturnas comunitarias, que habían sido suspendidas por la sensación de tranquilidad. “Bajamos la guardia, pero esto nos recuerda que debemos seguir organizados”, señaló.

Asimismo, destacó la colaboración de la Policía Nacional, que acudió al llamado comunitario y asumió la custodia de los implicados para continuar con el proceso legal. “No buscamos reemplazar a la justicia estatal, sino complementarla con nuestros valores”, puntualizó Taco.

El caso de Collanas se convirtió así en un ejemplo de convivencia armónica entre el derecho ancestral y el sistema jurídico nacional.