Salvaguardar una tradición viva

Con el respaldo del GAD Salcedo, el proceso de salvaguardia de la fiesta del Príncipe San Miguel avanza con bases sólidas, memoria viva y compromiso comunitario.

Reconocimiento institucional

Sandra Toapanta, analista de turismo, patrimonio, cultura e identidad del GAD Municipal de Salcedo, fue una de las primeras personas en revisar a profundidad el material entregado por la consultoría encargada del proceso de salvaguardia de la festividad del Príncipe San Miguel. Según explicó, el contenido investigativo superó las expectativas, con un compendio de casi 300 páginas que recopila la historia, evolución y sentido comunitario de esta tradición.

“La documentación está elaborada conforme a las directrices del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC)”, expresó Toapanta, destacando la seriedad técnica del trabajo. Afirmó que se trató de una investigación profunda que no solo identificó los orígenes y simbolismos de la festividad, sino que también argumentó legalmente su relevancia como patrimonio.

Una memoria que se hereda

Uno de los puntos más destacados en la investigación fue la participación de la Unidad Educativa Cristóbal Colón. La escuela ha mantenido viva la tradición desde la niñez, organizando anualmente la festividad infantil del Príncipe San Miguel. “Si no fuese por ellos, los niños no conocerían esta costumbre”, remarcó Toapanta. Según el informe, esta acción constituye una de las estrategias más efectivas para garantizar la permanencia cultural en el tiempo.

El plan que guía el futuro

La consultoría y el equipo de gestores locales trabajaron, además, en la estructuración del Plan de Salvaguardia, una hoja de ruta que definirá cómo preservar la memoria colectiva en generaciones futuras. El documento establecerá acciones concretas para que las costumbres del cantón Salcedo se mantengan en las escuelas, en la comunidad y en el corazón de quienes viven esta fiesta como parte de su identidad.

Desde el punto de vista de Toapanta, el trabajo entregado sienta bases sólidas para ejecutar proyectos culturales reales. “Vamos por buen camino”, concluyó, agradeciendo la confianza de la administración y la voluntad política del alcalde, quien ha exigido que este proceso se realice con responsabilidad y visión de futuro.