Unidos por la Discapacidad, historias de amor y lucha en Salcedo

Las madres cuidadoras, pilares de amor y fortaleza

Las madres cuidadoras, pilares de amor y fortaleza

Blanca Lascano, presidenta del Comité Luz y Vida, no solo lidera a un grupo de madres y cuidadores en Salcedo, sino que es ejemplo de amor incondicional y lucha incansable, “soy madre, profesora, médica, psicóloga y hasta cocinera para mi hija, es un reto, pero un regalo de Dios”, expresó con emoción al hablar sobre su vida como cuidadora.

Su hija requiere atención constante, pañales, medicamentos y cuidados especializados, Blanca, como muchas otras madres, enfrenta el desafío de equilibrar su rol como cuidadora y sus deseos de aportar económicamente al hogar, «quisiera trabajar, pero ¿con quién dejo a mi hija?», se pregunta.

La marcha por la inclusión: un grito colectivo de esperanza

El Día Internacional de las Personas con Discapacidad se vivió con intensidad en Salcedo. Más de 300 personas, entre cuidadores y familias, marcharon por calles principales como la 24 de Mayo y la Sucre, los comités Luz y Vida, Príncipe de San Miguel y Construyendo una Vida con Derechos lideraron la jornada, que culminó con una animada rumbaterapia en el mercado municipal.

“La marcha es nuestra forma de decirle al mundo que estamos aquí, que somos parte de esta sociedad y que necesitamos apoyo real”, señaló Nancy Velasco, representante de las Joaquinas y defensora de los derechos de las personas con discapacidad.

Exigen políticas públicas más humanas y efectivas

Aunque algunos hogares reciben el bono Joaquín Gallegos Lara, de 240 dólares mensuales, muchas familias no cuentan con esta ayuda debido a problemas en el registro social, Velasco fue enfática: “No es suficiente, queremos que las autoridades vengan a nuestras casas, vean nuestras necesidades y actúen”.

Además, se espera que con el cambio al sistema de registro en la cédula, que incluirá el porcentaje de discapacidad, se simplifiquen trámites y se garantice mayor acceso a beneficios.

Un mensaje de unidad

La jornada no solo fue una manifestación, sino también un llamado a la empatía, las madres cuidadoras y sus familias recordaron que detrás de cada diagnóstico hay historias de amor, resiliencia y sueños compartidos, “todos podemos ser parte del cambio, no pedimos compasión, sino inclusión y respeto”, concluyó Blanca.