
Juan Carlos Balseca, presidente del GAD Parroquial de Panzaleo, expresa su preocupación por los recientes problemas de seguridad y manejo de desechos en la parroquia, «la semana anterior, se encontró a una persona fallecida en el sector de la subida del centro parroquial hacia la comunidad de Lampatachasqui, este área, lamentablemente, ha sido utilizada como un basurero,», el presidente relata que el área estuvo cerrada anteriormente, lo que convirtió el lugar en un depósito ilegal de basura, «se encontraron grandes cantidades de desechos, incluyendo residuos infecciosos de origen desconocido,» agregó, con el apoyo del municipio de Salcedo y la dirección de obras públicas, se ha llevado a cabo una limpieza exhaustiva, pero persiste el problema ilegal de basura.
Pese a los esfuerzos de las autoridades locales y de la policía, la comunidad aún no ha tomado conciencia del impacto ambiental, «a menudo, hemos tenido que intervenir con la policía para retirar a personas y hacerles recoger la basura, varias personas han sido sancionadas, pero esto no ha sido suficiente,» lamentó Balseca, la situación se ha agravado con el hallazgo de una persona fallecida, procedente de la región oriental del país; «hemos dialogado con los presidentes de varias comunidades, incluyendo Lampatachasqui, para cerrar nuevamente el acceso y transformar el área, desean plantar árboles y cambiar la imagen de este lugar, que tiene una vista impresionante del cantón Salcedo,» afirmó.
La falta de iluminación en la zona también es un problema persistente, «han solicitado iluminación a la empresa eléctrica de Cotopaxi en varias ocasiones, sin éxito, la inseguridad es un problema grave en todo el país, y este lugar no es la excepción; hace algún tiempo, se encontró a una mujer asesinada en la vía Pataín” recordó Balseca.
El GAD Parroquial continúa gestionando soluciones y espera respuestas positivas para mejorar la seguridad y la imagen del sector. La comunidad de Panzaleo sigue luchando por un entorno más seguro y limpio, con la esperanza de transformar su mirador en un espacio apreciado y protegido por todos los habitantes.
