Rumipamba, un barrio que lucha por su desarrollo y seguridad

El barrio Rumipamba La Universidad se enfrenta a desafíos cotidianos que exigen planificación, gestión y unión comunitaria. Bajo la dirección de Fernando Zurita, presidente del barrio, los vecinos buscan soluciones a problemas de infraestructura, seguridad y movilidad que afectan su calidad de vida.

El sueño del asfaltado

Uno de los anhelos más antiguos de los habitantes es el asfaltado de la avenida San Isidro, una arteria principal que conecta a varias zonas del barrio. Según Zurita, tras años de solicitudes y reuniones, finalmente el alcalde se comprometió a realizar los estudios técnicos necesarios antes de marzo de 2025. “Este proyecto no solo mejorará la circulación vehicular, sino que también aumentará el valor de las propiedades y reducirá los problemas de polvo y lodo que afectan a los moradores”, expresó Zurita.

Mientras tanto, se llevarán a cabo trabajos de bacheo paliativo en las próximas semanas. Para muchos vecinos, esto representa un alivio temporal, pero también un recordatorio de que los grandes cambios aún están por venir.

Un semáforo para salvar vidas

La intersección que conecta la avenida San Isidro con la vía principal es un punto crítico en términos de seguridad vial. Aunque el semáforo actual funciona tras varias reparaciones, los moradores consideran que su reemplazo es urgente debido al alto flujo vehicular y los frecuentes accidentes.

“La Prefectura, la Mancomunidad de Tránsito y la Emetop tienen competencias sobre este semáforo, pero hasta ahora solo hemos recibido soluciones parciales. Necesitamos un cambio completo para garantizar la seguridad de quienes transitan por aquí”, comentó Zurita.

La seguridad, un desafío comunitario

La seguridad ciudadana también es una preocupación constante en Rumipamba. Hace unas semanas, la dirigencia organizó una reunión con la Policía Nacional para planificar estrategias de protección, pero la asistencia de los moradores fue escasa.

“Es frustrante porque la seguridad nos afecta a todos. Si no nos unimos, será difícil implementar soluciones efectivas”, lamentó Zurita. A pesar de ello, se están dando pasos hacia adelante con la ayuda de la Universidad Técnica de Cotopaxi, que colabora en la implementación de un sistema de alarmas comunitarias. “Estamos esperando la asesoría técnica para iniciar este proyecto. Es un pequeño paso, pero significativo”, añadió.

El barrio como motor de cambio

Pese a los retos, el presidente del barrio mantiene una visión optimista y motivadora. “Rumipamba es un barrio lleno de historia y de gente trabajadora. Si logramos unirnos y trabajar en equipo, no hay obstáculo que no podamos superar”, afirmó.

Zurita también destacó la importancia de fomentar el compromiso ciudadano. “Más allá de las autoridades, es la propia comunidad la que tiene el poder de impulsar los cambios. Cada vecino que participa, cada idea que se suma, hace una diferencia”, reflexionó.

Rumipamba avanza poco a poco, entre esfuerzos comunitarios y promesas de las autoridades. Sus moradores, con esperanza y determinación, miran hacia un futuro donde las calles estén asfaltadas, los semáforos sean seguros y la comunidad sea más unida y protegida.