Cumbijin de festividades

A pocos días del inicio de sus festividades patronales, la comunidad de Cumbijín, ubicada en la zona rural del cantón Salcedo, vive una doble realidad la ilusión de celebrar a San Antonio, su santo patrono, y la urgente necesidad de intervención vial por parte de las autoridades.

Del 20 al 23 de junio, los habitantes de esta comunidad organizan con entusiasmo jornadas de música, danzas tradicionales, procesiones religiosas y el infaltable convite popular. David Muzuca, presidente de la comunidad, lidera los preparativos, pero también emprende gestiones institucionales. Esta semana visitó el Municipio de Salcedo con una doble petición de invitar formalmente a las autoridades y solicitar apoyo urgente para la rehabilitación de las vías rurales.

“La alegría por la fiesta no borra nuestras necesidades. Queremos que los caminos estén transitables, sobre todo por la seguridad y el bienestar de nuestras familias”, señala Muzuca. Según relata, las recientes lluvias han agravado el deterioro de las vías secundarias que conectan a Cumbijín con el resto del cantón, lo que ha dificultado incluso el transporte de la leche, una de las principales actividades económicas del sector.

“Tenemos una producción lechera diaria que no puede quedarse estancada por falta de caminos. Las vías están destrozadas, intransitables. No hay por dónde pasar, y hasta ahora no vemos maquinaria municipal”, comenta con preocupación.

Aunque el Municipio aún no responde a sus requerimientos, Muzuca reconoce el respaldo parcial de la Prefectura de Cotopaxi, que ha intervenido con maquinaria en ciertos tramos críticos. “Nos han ayudado un poco, pero necesitamos más. Cumbijín también es parte de Salcedo”, añade.

Además del problema vial, la comunidad enfrenta el deterioro de su centro comunitario, un espacio clave para reuniones, eventos sociales y atención comunitaria. “Algunas paredes tienen filtraciones y humedad. Estamos buscando materiales para poder hacer mejoras urgentes, por eso hoy nos acercamos al alcalde”, explica.

Pese a las dificultades, Cumbijín se organiza y mantiene vivas sus tradiciones. En la memoria colectiva, las festividades de San Antonio son un tiempo de reencuentro y expresión cultural. Por eso, las mingas comunitarias ya han comenzado, se limpian calles, se adecentan espacios y se afina la logística para recibir a los visitantes que llegarán desde otras parroquias y comunidades vecinas.

“No pedimos grandes cosas, solo el mínimo apoyo que nos permita trabajar y vivir dignamente”, concluye Muzuca. Su mensaje resume el sentimiento de muchas comunidades rurales: no quieren dádivas, solo condiciones para avanzar por sus propios medios.

En Cumbijín, cada fiesta se convierte en un acto de resistencia. Las oraciones a San Antonio se elevan entre caminos de tierra y manos callosas. Allí donde las obras no llegan, la esperanza se mantiene firme.