El testimonio de Luis Gallo, presidente de la Asociación de Excombatientes Salsedenses del Cenepa, resonó como una llamada al recuerdo. Él y sus compañeros, hijos del cantón Salcedo, buscaban algo más que una distinción: anhelaban que sus nombres quedaran grabados en la historia, como símbolo de lucha y entrega a la patria.
Gallo recordó que, cuando el país los necesitó, estuvieron en la línea de fuego defendiendo la soberanía del Ecuador durante el conflicto del Cenepa. “No buscamos beneficios personales. Queremos que nuestros hijos y nietos sepan que dimos la vida por nuestro país”, expresó con voz firme y mirada cargada de orgullo.

El objetivo: un lugar para la memoria
Desde hace varios años, la Asociación ha gestionado ante las autoridades municipales un espacio simbólico donde colocar una placa o un monumento con los nombres de los combatientes salcedenses que participaron en aquella guerra. La propuesta, que ya cuenta con respaldo del alcalde Juan Paul Pacheco, apunta a ubicar esta obra en el parque de La Luz, junto al redondel del Príncipe San Miguel, en el sector de La Tebaida.
Allí, en medio del tránsito diario, esperan que se erija un lugar de memoria para las generaciones venideras.
Civismo para las nuevas generaciones
Además del monumento, los excombatientes han emprendido una campaña para promover el civismo en las escuelas. Han organizado actos simbólicos como el del pasado 24 de mayo, donde participaron estudiantes de varias unidades educativas en ceremonias patrióticas.
Sin embargo, Gallo lamentó que no todos los espacios educativos otorguen la importancia debida a estas iniciativas. Por ello, la asociación plantea crear un lugar propio donde puedan realizar actos cívicos y recibir a la ciudadanía, especialmente a los jóvenes, para inculcar valores patrióticos, respeto y responsabilidad ciudadana.
“Queremos que los niños y jóvenes conozcan esta historia y sientan el deber de amar y proteger su tierra. La memoria es el cimiento del futuro”, concluyó Gallo.
En Salcedo, los veteranos del Cenepa no buscan estatuas para el ego, sino un altar para la memoria. Con cada gestión, están sembrando civismo y construyendo una herencia de patriotismo para las nuevas generaciones.