Entre tradiciones y anhelos, el barrio se une para honrar a su santo patrón.
La tradición que enciende corazones
San Miguel de Yachil, conocido cariñosamente como el «barrio de la eterna primavera», ya está preparado para celebrar con entusiasmo sus festividades anuales. La comunidad, unida por la fe y la tradición, da inicio a esta conmemoración el 5 de junio con las tradicionales novenas en honor a su patrón, el príncipe San Miguel. Las oraciones se extienden hasta el 13 de junio, dando paso a las vísperas.
Sorpresas, luces y alegría popular.
Como cada año, las vísperas prometen sorprender a propios y visitantes. La programación, cuidadosamente organizada, incluye juegos pirotécnicos, luces, delegaciones invitadas que ofrecerán presentaciones artísticas, y un prestigioso disco móvil que animará las calles. Además, no faltarán las infaltables canelitas y chameizas, que aportan ese toque acogedor y festivo tan característico del lugar.
«Todo está preparado con amor, pero no revelamos todo; queremos que quienes nos visiten se lleven una grata sorpresa», comenta uno de los organizadores.
Priostes y compromiso comunitario
La organización de estas fiestas no sería posible sin los priostes, tres líderes comunitarios encargados de coordinar tanto el aspecto religioso como social del evento. Su presencia es clave, al igual que la participación activa de todos los moradores, quienes, según el presidente barrial, «ponen su granito de arena para que todo sea un éxito».
Un templo para el barrio
Más allá de la fiesta, el barrio tiene un sueño que poco a poco toma forma: la construcción de su propia iglesia. Aunque las obras se han visto retrasadas por temas de salud del presidente, el espíritu comunitario no ha decaído. Se han hecho gestiones, tocado puertas, y conseguido apoyos para que este anhelo pronto sea una realidad. “Ojalá el próximo año celebremos la misa en nuestra propia iglesia”, anhela el dirigente.